El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer su staff report, un documento oficial con los detalles de la quinta y sexta revisión del programa que lo une con Argentina, y que su directorio aprobó esta semana, permitiendo así un desembolso al país por U$S7.500 millones.
El Fondo advirtió que la economía argentina atraviesa una situación que “se ha vuelto crecientemente frágil” y proyecta una inflación del 120 por ciento para todo 2023. La caída que pronostica es del 2,5 por ciento del PBI, según señala el informe técnico del organismo.
“Tras la devaluación nominal, se proyecta que la inflación salte inicialmente de alrededor del 6% en julio al 10% mensual en agosto y disminuya a menos del 5% para fines de 2023″, estimó el organismo.
El staff report -116 páginas- indica que la histórica sequía provocó pérdidas enormes en materia de producción agrícola, exportaciones e ingresos fiscales. Sin embargo, destaca también que la actividad se mostró resiliente “reflejando una robusta demanda interna en parte como resultado de deslizamientos en las políticas”.
Nuevamente, el FMI reitera que es “esencial” alcanzar el déficit fiscal primario acordado del 1,9% del PBI, un objetivo difícil de lograr por la caída de los derechos de exportación tras la sequía.
Una de las novedades del nuevo acuerdo entre las partes para los próximos meses es que ahora el Fondo sí admitirá la intervención del Banco Central en el mercado de cambios con el objetivo de calmar las alteraciones en los tipos de cambio financieros, conocidos como el dólar MEP o Bolsa y el Contado con liquidación.
Sin embargo, el organismo advirtió que las intervenciones serán “limitadas y temporales”, y se centrarán en corregir condiciones de desorden.
Entre enero y agosto del 2023, y en respuesta a las presiones contra el peso nacional, el Tesoro recompró U$S600 millones (valor de mercado) de deuda denominada en dólares. Por otro lado, el Banco Central vendió U$S1.700 millones de reservas. “Las intervenciones del BCRA en los mercados paralelos de divisas fueron más fuertes durante períodos de mayores presiones cambiarias”, según Bloomberg.
El Fondo también detalló que el Gobierno utilizó unos U$S2.700 millones para contener la brecha cambiaria entre octubre de 2020 y noviembre y 2021.
“A diferencia de 2021, las intervenciones fueron más selectivas y de carácter temporal, destinadas a contener los desórdenes del mercado, aunque se han mantenido intervenciones de bajo grado con el fin de evitar un recrudecimiento de la crisis”, dice el documento.
“La mayoría de las intervenciones del BCRA han tenido lugar a través de su mecanismo de ‘presencia permanente’ y realizadas en plataformas abiertas a los precios vigentes en el mercado”, aclara el staff report.
Los técnicos resaltaron que tanto la inflación como las presiones externas se han intensificado, y las reservas han caído a niveles preocupantemente bajos debido a la sequía y a una insuficiente implementación de ajustes políticos.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, compartió en un comunicado que Argentina necesitará mayores esfuerzos para cumplir con el programa.
En relación a alcanzar el déficit fiscal primario acordado de 1,9% del PBI para este año, la directora del FMI enfatizó la necesidad de mantener la estabilidad económica y financiera. Los esfuerzos se enfocarán en reforzar los controles de gasto, comenzando con ajustes en las tarifas energéticas y la contención de salarios públicos y pensiones, sin dejar de proteger el gasto esencial en programas sociales e infraestructura.
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