Sergio Massa estaría ensayando un viraje en su discurso de campaña. Por ahora incipiente, aunque llamativo y notorio, dejó de apuntarle los cañones a Javier Milei. Se trata de un dato político fuerte porque toda la artillería oficial se estaría redirigiendo hacia Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio.
En sectores del oficialismo se comenta que la nueva estrategia tendría relación con dejar de subir a escena al líder libertario. De eso se quejaron, se dice por estas horas, varios intendentes del Conurbano bonaerense que vieron cómo la lista de La Libertad Avanza horadó el voto peronista en sus distritos. “No lo levantemos más, dejemos de hablar de él”, señalan fuentes cercanas a los alcaldes respecto del consejo que estarían haciendo llegar tanto al gobernador Axel Kicillof como al propio Massa.
La inquietud del peronismo territorial no es antojadiza. Por el contrario, Milei sorprendió en el Gran Buenos Aires con resultados llamativos. Quedó segundo en Berazategui, Florencio Varela, Merlo, Moreno y La Matanza, entre otros distritos. “Son votos nuestros”, dicen en esas comunas controladas por el PJ. Conocedores de la política platense añaden que Milei cosechó por encima de la media que finalmente obtuvo, en barrios de la periferia habitualmente seducidos por el PJ.
Massa pudo haber escuchado ese mensaje, pero también los análisis minuciosos del voto bonaerense que le acerca su cuñado y funcionario del Banco Provincia, Sebastián Galmarini. La conclusión es que disparar sobre Milei es de manera directa pegarle a ese núcleo de votantes que el candidato presidencial de Unión por la Patria quiere volver a seducir. “Hay que salir del esquema del menosprecio a Milei”, sintetizan.
Esta decisión de sacar del foco discursivo al libertario no implica no cruzarlo sobre la “viabilidad” de algunas de las medidas que propone, como hizo Massa en la reunión del jueves del Council of the Américas. Los ataques serán, en ese caso, quirúrgicos.
Con Bullrich el trato será distinto porque Juntos por el Cambio agrupa, en general, un voto refractario al Gobierno y al propio Massa. Claro que todo tiene un riesgo: si la figura de la ex ministra de Seguridad se desinfla, es probable que se termine potenciando Milei, según sacan cuentas en el oficialismo.
De estos asuntos post PASO se discutió ayer en el congreso que el Frente Renovador reunió sin la presencia de Massa, que estuvo en el reinicio de la campaña rumbo a octubre en Córdoba y Santa Fe. La actividad fue cerrada por Malena Galmarini y abierta por el jefe de campaña, Eduardo “Wado” De Pedro.
Hasta ahora, el ministro del Interior oficiaba de jefe de campaña del tigrense, pero tras el domingo negro para el oficialismo, se decidieron algunos cambios. La candidatura de Massa patinó feo en las provincias del norte, habitualmente bastiones del peronismo. De ahí la decisión de que al comando nacional se incorporen Juan Manzur (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Una mesa, en definitiva, más federal.
El propio Massa se encargará de articular su campaña en las provincias del litoral, Córdoba y Santa Fe. Y en la provincia de Buenos Aires, la responsabilidad recaerá en el gobernador Axel Kicillof y en Cristina Kirchner. “A Cristina no la van a ver aparecer mucho, pero está trabajando a full con todos los intendentes”, dicen fuentes del massismo.
En territorio bonaerense Massa también deberá subir sus acciones para coronar su objetivo de llegar al ballotage. Los poco más de 32 puntos que obtuvo se quedaron cortos para las expectativas oficiales.
En filas del oficialismo se sacan cuentas y creen que existen posibilidades ciertas de que Massa llegue al ballotage. Hay una cuenta de máxima en el comando de campaña: que la candidatura del tigrense trepe hasta los 34 puntos, casi 7 puntos más que lo que Unión por la Patria obtuvo en las Primarias.
Imaginan un escenario de competencia en esa final de noviembre con Milei. Estiman que el líder libertario seguirá en una curva ascendente que lo ubicaría en torno de los 36 puntos. “Está llegando a su techo”, es la sentencia esperanzadora que se escuchó en el plenario del Frente Renovador que se reunió en Parque Norte.
Massa, mientras tanto, se prepara para encabezar una catarata de anuncios que buscará amortiguar los efectos de la devaluación y su traslado a precios. Habrá medidas que apuntarán a “poner planta en el bolsillo a la gente” y otras decisiones vinculadas a incentivar el consumo.
”Será mucho más que un plan platita”, anticipan fuentes cercanas al ministro en relación al que el Gobierno aplicó en 2021 luego de caer derrotado en las Primarias. Massa ocupará los próximos días en desgranar esos anuncios que, día a día, aparecerán con la idea de que se transformen en un bálsamo frente a la difícil situación económica y social.
Mientras tanto, dejará de cargar las tintas sobre Milei y apostará fuerte a las medidas que anunciará en las próximas horas. Subir la cuesta hasta llegar a los 34 puntos, es una empresa demandante que el candidato oficialista ya arrancó. Se verá con qué resultado.
Massa dejó en manos de Kicillof y de Cristina Kirchner la campaña bonaerense
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