A más de una semana de las PASO -que dejó el escenario de los tres tercios- los candidatos con más chances de ocupar el sillón de Rivadavia desde el 10 de diciembre disertaron ayer por el “Council de las Américas”, un ciclo de charlas que reúne a los principales empresarios del país, en el que dejaron por sentado sus propuestas de desarrollo. Los ejecutivos mostraron su conformismo con definiciones de los candidatos, principalmente las que coincidieron en ordenar las cuentas públicas para después impulsar el crecimiento, pero mostraron sus dudas frente a la incorporación de la Argentina a los BRICS, que el Gobierno celebró como un logro geopolítico durante toda la jornada.
La anfitriona del evento realizado en un lujoso hotel de Recoleta fue Susan Segal, titular de este “thin thak” que reúne a empresarios de capitales norteamericanos y de empresas multinacionales. Fue quien inauguró además los discursos del encuentro. El primero en llegar en medio de un tumulto fue Javier Milei que, acompañado por su hermana Karina y su candidata a vicepresidenta Victoria Villaruel, posó en varios fotos con los asistentes. También se mostró risueño con la presidenta del Council y no dudó en abrazar a Cristiano Ratazzi, presidente de Fiat.
Si bien en privado muchos ejecutivos venían mostrando sus críticas a las propuestas de dolarización y de eliminación del Banco Central que impulsa el líder de la Libertad Avanza, durante la víspera se los vió escuchar con atención y hasta aplaudieron su discurso.
Milei, además, aprovechó el encuentro para confrontar con los economistas de Juntos por el Cambio a quienes acusó, en coincidencia con los dichos de Sergio Massa desde Washington del último miércoles, de intentar promover “un desastre económico” en su embestida contra el Gobierno. “Con tal de ganar una elección están dispuestos a todo”, disparó.
Más tarde fue el turno de Patricia Bullrich, que llegó acompañada por colaboradores como Federico Pinedo, que suena como futuro canciller si llegara a triunfar en los comicios. Pero el dato político de la jornada fue su calculado abrazo con Horacio Rodríguez Larreta, a quien venció en las primarias del 13 de agosto. En un discurso previo, el alcalde porteño reivindicó su convocatoria al “dialogo” pero manifestó su apoyo irrestricto a la candidatura de la presidenciable de JxC. Cuando ésta terminó su locución, incluso se acercó a saludarla con un beso.
Antes la exministra de Seguridad expuso las bases del proyecto económico de JxC pero también se diferenció con Milei al destacar la trayectoria y experiencia de los postulantes de la coalición opositora que, a su entender, les posibilitaría realizar “un cambio verdadero” en detrimento de las propuesta de “aventureros”. Fue aplaudida por los representantes del “circulo rojo” cuando criticó al ministro kirchnerista Andrés “Cuervo” Larroque por haber aventurado que en los comicios se juega “el peronismo o la disolución nacional” en el marco de la “campaña del miedo” del oficialismo. Bullrich advirtió también que “estamos al borde de la disolución por este kirchnerismo que está en el gobierno”, en clara alusión a la agudización de la crisis económica y de los saqueos registrados en la semana en el Conurbano y provincias como Mendoza y Córdoba.
Muy aplaudida, la líder del PRO también se fotografió con varios empresarios. Más tarde recibió el apoyo de Mauricio Macri que, desde su periplo en Marruecos donde participa de un torneo de bridge, aprovechó para apoyar su candidatura con la excusa de criticar también la inclusión de la Argentina en los BRICS. “Cada vez falta menos para que con Patricia la Argentina retome el protagonismo en el escenario internacional que empezamos a construir en 2015”, señaló, en un mensaje con el que intentó aventar las suspicacias de un sector de JxC sobre su supuesto respaldo al candidato libertario.
Pasadas las 17 Massa fue el encargado de cerrar la jornada pero en otro escenario: la sede de la Cámara Argentina de Comercio, adonde llegó desde su periplo por Estados Unidos y una breve escala por Paraguay, donde se entrevistó con el presidente Santiago Peña.
Apenas arribado al salón ubicado en la calle Mitre, a tres cuadras de la Casa Rosada, se lo vio bromear con el petrolero Alejandro Bulgheroni y con Gustavo Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción. Nuevamente Segal ofició de moderadora.
En su breve alocución, el candidato presidencial de Unión por la Patria defendió su “modelo de producción y trabajo” y de impulso a las “pymes” pero no se privó de continuar con sus críticas a Milei y Bullrich. En este sentido, les advirtió a los asistentes sobre los efectos de la propuesta dolarizadora del libertario que, sostuvo, tendría como primer capítulo “un plan Bonex” (por el canje compulsivo de depósitos de 1989).
Los empresarios argentinos y extranjeros que escucharon a todos pudieron llegar a una conclusión: la falta de acuerdos previsiblemente impedirán políticas de Estado. Lo contrario de lo que el país exige.
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