Con el kirchnerismo corrido de escena, Sergio Massa buscará mostrarse junto a los gobernadores del Norte Grande en un acto programado para este sábado por la mañana en la capital tucumana. El objetivo es “comprometer” a la dirigencia peronista a colaborar intensamente en la campaña en esta región con el objetivo de recuperar votos perdidos en las PASO a manos de Javier Milei.
En verdad, el candidato presidencial viajará el próximo viernes a San Miguel de Tucumán donde, replicando lo acontecido durante la visita realizada en previa a las primarias, mantendrá una cena con el gobernador Juan Manzur y los principales postulantes a cargos legislativos e intendencias. La presencia de Osvaldo Jaldo, el sucesor del exjefe de Gabinete, está en suspenso por haber sido sometido en las últimas horas a una intervención quirúrgica en un sanatorio porteño.
La silenciosa disputa interna entre ambos jefes políticos de Tucumán habría sido uno de los motivos de la mala performance de Unión por la Patria el 13 de agosto al igual que las demoras en el envío de fondos federales hacia el distrito. “Acá el aparato se mueve con nafta y no lo cargaron”, graficó a este diario, con humor, un dirigente tucumano que integrará la boleta de UP y que se mostró extrañado por la decisión de desactivar la movilización para el acto de este sábado, a las 10, en el Teatro “Mercedes Sosa”.
Es que durante las PASO el presidenciable de La Libertad Avanza logró triunfar en esta provincia pero también en La Rioja y Salta. En el oficialismo aducen que el fenómeno no sólo se produjo por la falta de acompañamiento a la boleta que encabeza el ministro de Economía sino también por el aumento de un ausentismo incentivado por la persistente crisis socio-económica.
Relanzamiento
En el massismo se toma la excursión por la provincia norteña, en los hechos, como un virtual relanzamiento de campaña. Así, se buscará crecer en una región donde históricamente el peronismo supo triunfar cómodamente en los comicios nacionales, con guarismos que en parte lograron mitigar la persistente pérdida de adhesiones que viene cosechando desde 2015 en el centro del país (Mendoza, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos).
El pasado lunes el ministro-candidato participó de una cena en Parque Norte que organizó el comando de campaña afincado en el “edificio espejado” de Mitre al 300 y algunos dirigentes de la CGT. Si bien la mesa chica de la central obrera ha sido el sector más leal al titular del Palacio de Hacienda desde las primarias, en la tertulia del último lunes hubo notorias ausencias. José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), por caso, “eligió no participar” en una comida en la que se vendieron cubiertos valuados desde los “50 mil al millón de pesos” con el objetivo de reunir fondos para la etapa proselitista rumbo a los comicios generales. Sí dijeron presentes en la reunión el anfitrión, Armando Cavalieri (Comercio) y Andrés Rodríguez (UPCN).
Mientras, siguen los reclamos internos en el oficialismo por el bajo perfil que vienen manteniendo Cristina y Máximo Kirchner. El virtual jefe de campaña de UP, Wado de Pedro, habría bajado notoriamente su influencia dejando lugar a Malena Galmarini pero también a su hermano Sebastián, director del BAPRO y quien colabora en el armado provincial del ministro-candidato.
Pero también algunos dirigentes le apuntan al propio Massa por no abrir “una mesa política” que permita delinear una estrategia que posibilite a UP meterse en el ballotage en medio del complicado cuadro socio-económico que atraviesa el país. Los cuestionamientos internos apuntan a que el titular del Palacio de Hacienda no pudo capitalizar políticamente el anunciado “plan platita” por no haber consultado previamente con gobernadores que se vieron imposibilitados de pagar la suma fija de $60 mil sino también por las demoras en la aplicación de medidas como los créditos para monotributistas. “Aún se está haciendo la instrumentación y no fue publicada la normativa”, se quejó un dirigente consultado.
Polarización
Por su parte, Massa continúa en su estrategia de diferenciación con Milei, a quien eligió como principal adversario en lugar de Patricia Bullrich. Durante su participación ayer en un acto por el “Acuerdo sobre la Acción Climática” que impulsa el Gobierno, sostuvo que “somos muchos más los que en Argentina creemos que los ríos, los lagos, los pulmones y el corazón no tienen precio, y tenemos que plantear claramente en nuestra agenda que ni vendemos ríos ni vendemos lagos, ni vendemos órganos porque somos una sociedad que cree en la vida y en el desarrollo como motor de la inclusión del conjunto de la sociedad”.
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