El ajuste de Milei Impactará fuerte en la Provincia


El escenario tan temido por Axel Kicillof está acechando a la vuelta de la esquina. La posibilidad de que la Provincia deba administrarse sin otros recursos nacionales que no sean los que le gira la Nación en concepto de coparticipación federal, parece estar encontrando sustento en las señales que comenzaron a asomar en las últimas horas en la cuenta regresiva de la asunción de Javier Milei.

Los fondos que el gobierno nacional envía a la Provincia serían drásticamente reducidos el próximo año. Según dos fuentes independientes, Milei, sus más cercanos colaboradores y Mauricio Macri habrían coincidido en la necesidad de girar a la administración bonaerense únicamente las partidas que corresponden según la aplicación estricta de la ley de Coparticipación de impuestos.

El fundamento de dicha actitud sería que durante el corriente año Buenos Aires ha recibido miles de millones de pesos en exceso en vista de que fue un año electoral. Sin embargo esa norma ha sido objetada durante décadas por numerosos sectores de la Provincia y desde este diario, considerándola discriminatoria para los habitantes de la misma (ver pág. 7).

El Gobernador acaba de reunirse con el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, a quien le llevó un minucioso detalle de los recursos que recibe la administración bonaerense. Tanto los que le corresponden por transferencias automáticas como los que ha venido recibiendo como Adelantos del Tesoro Nacional que de alguna forma vinieron a compensar la histórica discriminación en materia del reparto de fondos que sufre desde hace décadas el principal distrito del país.

Kicillof aspira a que esa asistencia extra coparticipación se mantenga para fortalecer el plan de obras que tiene previsto, atender demandas salariales y fundamentalmente apuntalar la contención social en tiempos de elevados índices de pobreza y marginalidad.

Sin embargo, las señales que alumbran desde el equipo de Milei entran en colisión con esa demanda bonaerense. La motosierra que esgrimió el presidente electo en parte de la campaña electoral se activaría apenas asumido para podar de cuajo gastos del Estado. La Nación no puede per se reducir los giros automáticos de la coparticipación, pero así achicar o directamente eliminar los aportes no incluidos en ese concepto. Ese camino es el que emprendería el nuevo Gobierno. La Provincia, ya entró en alerta. “Es una decisión política que ya está tomada”, aseguran fuentes que dialogan con integrantes del futuro gobierno de Milei.

IMPACTO

Pero ¿cuál sería el volumen del recorte? Algunos datos ayudan a comprender la importancia y y el impacto que tendría el achique en territorio bonaerense.

Conviene ir por partes. La Provincia hasta el mes de octubre recibió por coparticipación 2.666 millones de pesos de acuerdo a los datos a los que pudo acceder este diario. A esto hay que sumarle unos 165 mil millones por la reformada ley de Consenso Fiscal. Estos dos ingresos son por ley, es decir, no pueden ser recortados por el futuro presidente.

Pero por fuera de esos conceptos, la administración de Kicillof obtuvo giros de recursos nacionales en forma adicional por 441.048 millones de pesos. Esa masa de recursos podría ser barrida en el recorte.

En ese volumen existen desde Adelantos del Tesoro Nacional hasta los aportes que hace el Anses para solventar los déficit de las Cajas Previsionales no transferidas a la Nación, entre las que están el IPS y la que corresponde al Banco Provincia. También, fondos para inversión en viviendas, atención alimentaria y para el funcionamiento de hospitales de alta complejidad en territorio bonaerense. También el Fonid (Fondo de Incentivo Docente).

Si se tiene en cuenta que el déficit estimado de la Provincia representan unos 250 mil millones de pesos, el achique representaría dos déficit del Estado provincial. Otra comparación: la inversión en obras públicas con fondos propios asciende a cerca de 500 mil millones de pesos. El ajuste equivaldría a todo ese gasto.

Como se dijo, Buenos Aires es uno de los distritos más perjudicados en el reparto de fondos nacionales. En términos generales, aporta alrededor del 38 por ciento al PBI nacional pero apenas recibe un 22 por ciento de los recursos federales. Es una asimetría histórica que buscó en varias ocasiones compensarse con mecanismos que quedaron desactualizados o directamente se suprimieron.

EL FONDO DE LOS ‘90

Allá por los años ‘90 en la presidencia de Carlos Menem, el entonces gobernador Eduardo Duhalde logró que se creara el Fondo del Conurbano, que se estableció en ese entonces en 650 millones de dólares. Con la Convertibilidad y el 1 a 1, ese flujo de ingresos se mantuvo constante.

Pero desplomado ese equilibrio, ese fondo se pesificó. Y no sólo eso: aún peor, quedó congelado y se terminó licuando. La compensación ideada en aquellos años perdió su idea original y la Provincia volvió a sufrir por la falta de recursos.

Más acá en el tiempo, durante la gestión de María Eugenia Vidal, hubo una negociación, demanda judicial mediante, que terminó con una compensación módica: se subieron algunos puntos de la coparticipación. Sin embargo, ese 22 por ciento alcanzado siempre quedó lejos de las necesidades en aumento que afronta la Provincia.

La Provincia sufre una histórica discriminación en materia de recursos federales

Existen otras comparaciones que ayudan a explicar la discriminación que afecta a Buenos Aires. Si bien en 2022 fue el distrito que más recursos tuvo por coparticipación ya que se quedó con 1.471.986 millones de pesos sobre una masa total de 6.527 millones de pesos, cuando se compara ese ingreso en relación a la cantidad de habitantes asentados en suelo bonaerense, surge una inequidad manifiesta.

En efecto, recibió 83.780 pesos por poblador. En contraste, las provincias que más recibieron fueron Tierra del Fuego (398 mil pesos), Catamarca (388 mil), Formosa (371 mil), La Rioja (329 mil), La Pampa (320 mil) y Santa Cruz (295 mil). Solamente un distrito quedó en condiciones más desventajosas que la Provincia. Fue Capital Federal, al que la Nación le terminó girando 45.330 pesos por habitante.

La gran perjudicada

La provincia de Buenos Aires es también perjudicada si se establece otra comparación. Por ejemplo, si se mide la coparticipación que embolsa cada distrito sobre el total de sus ingresos propios. Recibe el 54 por ciento de sus ingresos de la Nación, mientras que el 42,5 por ciento corresponde a recaudación propia. El 3,5 restante corresponde a otros ingresos internos.

En contraste, varios distritos dependen casi exclusivamente de los aportes nacionales. Por ejemplo La Rioja, donde el 91 por ciento de sus ingresos provienen de Nación. O Formosa (90.5%). En la lista siguen Santiago del Estero (87,3%), Corrientes (86,5%) y Jujuy y Chaco con alrededor del 85 por ciento.

Kicillof se veía venir el recorte y ya analizó esta situación con el radicalismo

Por último, si se establece una relación entre los impuestos recaudados y la coparticipación que recibe, la Provincia también aparece en la tabla de abajo de acuerdo a un informe elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). De cada 100 pesos que recauda, recibe 76 pesos. Misiones, por ejemplo, recibe 248 pesos, Jujuy 263 pesos y Chaco, 291 pesos.

LA PRESIÓN POLÍTICA

Si bien, como se dijo, se aguarda un arranque de gestión libertaria en el que el rasgo distintivo será el recorte a los fondos nacionales que llegan a las provincias, también se espera una ardua negociación política entre el nuevo gobierno y los mandatarios. En especial, porque Milei debe construir en el Congreso mayorías que no tiene. Y los gobernadores suelen ser una llave maestra para abrir esa puerta.

En las últimas horas aparecieron algunas señales en ese sentido. En una cumbre de mandatarios de Juntos por el Cambio se habló del tema. Los gobernadores dijeron que quieren contribuir a la gobernabilidad de la nueva administración, pero al mismo tiempo pidieron formar parte de las decisiones que atañen a sus provincias.

Maximiliano Pullaro lanzó una primera voz de alerta. El gobernador electo de Santa Fe transitó por esa línea discursiva, y acaso le ofreció a Milei una hoja de ruta para desplegar el recorte: se quejó por los fondos “discrecionales” que recibió Kicillof por parte del gobierno de Alberto Fernández. “Están financiando con nuestros recursos el populismo que se hace en Buenos Aires”, disparó. Pullaro asegura que Santa Fe también es discriminada en materia de fondos coparticipables.

La decisión de reducir giros de fondos no coparticipables “está tomada”

El dirigente radical acaso esté apuntando a las transferencias discrecionales que el gobierno nacional realiza por fuera de la coparticipación. De acuerdo a un reciente informe periodístico, entre enero y julio de este año la provincia de Buenos Aires se quedó con el 41,3 por ciento de un paquete total de 596 mil millones de pesos. Es decir, la Casa Rosada le terminó girando 246 mil millones de pesos en ese lapso.

A Santa Fe le llegó un 4,7 por ciento de ese total y a Córdoba, el 3,1 por ciento.

Esa misma publicación destaca que durante 2022 el gobierno de Kicillof recibió el 46 por ciento de esa torta. Y concluye que en un año y medio, a la Provincia le habrían llegado unos 500 mil millones de pesos.

Los gobernadores de Juntos por el Cambio, con esos números en la mano, presionan para que la podadora de Milei corte más al ras en territorio bonaerense.

Kicillof se ve venir el recorte. Unos días antes del balotaje se reunió con algunos intendentes del radicalismo a quienes les trazó un cuadro de situación. Les dijo que si Milei era electo presidente seguramente vendría una reducción fuerte de las partidas que le llegaron por fuera de la coparticipación. Y les habló, entonces, de la necesidad de acudir a un remedio para atenuar el cuadro: ampliar la toma de deuda para poder financiar obras y atender otros gastos del Estado.

Un primer paso acaba de dar el Gobernador. Como anticipara este diario, envió a la Legislatura un pedido de autorización para endeudarse en el equivalente en pesos a 150 millones de dólares. La idea es terminar el año sin sobresaltos.

Kicillof seguramente incluirá en el proyecto de Presupuesto 2024 una autorización de toma de deuda superior a la de este año. Mientras tanto, busca contar con su propia gobernabilidad y dialoga básicamente con el radicalismo. Parte de esos recursos llegarán a los municipios. Porque si la decisión política del nuevo gobierno es cortar los giros discrecionales, los intendentes también sufrirán el paso de la podadora.

 

 



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