En vísperas de las elecciones de octubre, el Gobierno anunció una suba en el piso del impuesto a las Ganancias. A partir de ese mes electoral el mínimo no imponible pasará de los actuales $700.870 a los $1.770.000 mensuales, en un intento por morigerar los efectos de la devaluación post PASO. De esa manera, dejarán de pagar el gravamen la mayoría de los trabajadores en relación de dependencia (entre ellos policías, médicos, maestros) y jubilados. Y solo lo tributarían los mayores ingresos superiores a quince Salarios Mínimos Vitales y Móviles mensuales (CEOs, gerentes, subgerentes y jubilaciones y pensiones de privilegio). Además, se envió al Congreso una ley para eliminar el gravamen.
La medida fue comunicada ayer por el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, junto a autoridades de la Cámara de Diputados y referentes de la CGT y la CTA, quienes convocaron a una masiva movilización a las puertas del Ministerio.
Según difundieron desde el Palacio de Hacienda, ese grupo de “mayores ingresos” alcanzados por el impuesto lo integran 90 mil contribuyentes, que representan menos del 1% (0,88%) del total de los empleos registrados del país. Mientras que calcularon que el costo de la medida será de 1 billón de pesos al año.
El anuncio de Ganancias, con apoyo
“El salario no es ganancia, el salario es remuneración”, dijo Massa a la multitud de trabajadores y escoltado por dirigentes sindicales como Héctor Daer, Hugo Moyano, Sergio Palazzo y Hugo Yasky. También lo acompañaron Máximo Kirchner y Wado de Pedro, entre otros referentos del arco oficialista.
“Mandamos un proyecto al Congreso de la Nación que elimina la cuarta categoría para todos los trabajadores y jubilados de la Argentina”, anticipó el tigrense y le tiró la pelota a la oposición: “Hemos decidido presentar esta ley y esperamos que tal como dijeron en las redes, aquellos opositores que hoy no nos permiten cobrarles impuestos a los que tienen su plata en el extranjero, al menos se dignen a aceptar que los trabajadores no paguen más el impuesto a las ganancias”.
De acuerdo a los números que manejan en Economía, la cantidad de trabajadores y jubilados que pagan Ganancias en la actualidad son 701.928 (un 7% del total de los trabajadores en relación de dependencia). Si ese piso no se modifica, siempre según las proyecciones oficiales, la cantidad de “retenidos” aumentaría a 890.000 en diciembre. Este cálculo tiene que ver con la indexación que sufren los salarios en momentos en que la inflación se acerca a los dos dígitos mensuales.
Hoy, con el piso mínimo en $700.870, un sueldo bruto de $800.000 paga de Ganancias $117.690; uno de $850.000 debe hacer frente a $135.190; otro de $900.000 abona $152.690; uno de $950.000 paga $170.190 y un salario bruto de $1.000.000 tiene que destinar $187.690 a Ganancias, según los datos oficiales.
Ganancias: el proyecto de Ley
Mientras, como se dijo, en la Rosada trabajan en un proyecto de ley integral que deberá pasar por el Congreso. La idea es que quede fijo un esquema de actualización semestral del tributo y que dejen de pagar el impuesto a las ganancias unos 800.000 trabajadores en relación de dependencia y jubilados. Solo quedarían alcanzados los directores de las sociedades anónimas, los CEO, gerentes y subgerentes, y pensiones de privilegio. Pero para impulsarlo, dicen en el entorno de Massa, se requiere de una ley, ya que además de ser materia tributaria, se trata de un impuesto de ejercicio “anual”.
Si efectivamente ese proyecto se aprueba, tendría efectos recién a partir del 1º de enero de 2024. Por eso es que el ministro y candidato avanzará en una suba del mínimo no imponible “con similares beneficios” a partir del mes entrante.
“No vamos esperar hasta el año que viene. Por decreto subiremos el piso del impuesto a las ganancias a partir de octubre a 15 Salarios Mínimo Vital y Móvil”, difundió el equipo económico antes del acto encabezado por Massa y en un un mensaje con fuerte tono electoral.
“Por decreto, vamos a impulsar desde el 1 de octubre un mínimo no imponible de 1.770.000 pesos”, ratificó luego Massa, y precisó que con la medida “sólo van a quedar 80 mil gerentes, directores de empresas, jubilados de privilegios o funcionarios de altas empresas” pagando el tributo.
La decisión, según detalló, hará que “muchos trabajadores tengan una mejora de hasta el 21 por ciento” en sus ingresos de bolsillo: “Los trabajadores no pagan más impuesto a las ganancias”, remató el funcionario.
El costo de la medida
Según los cálculos de Economía el costo fiscal de la medida sería de 1 Billón de pesos al año. “El Estado hace un esfuerzo al dejar de recaudar cerca de $ 1 BILLÓN AL AÑO, que se vuelca de manera directa al consumo y mejora el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados”, expuso el documento oficial.
Según fuentes del Palacio, la menor recaudación se compensaría con un aumento de la recaudación del Impuesto País de Bienes y Servicios. Por otra parte, también se espera que este mayor ingreso en el bolsillo del trabajador vaya directo a consumo interno, aumentando la recaudación de IVA y Ganancias.
Por otro lado, tras la medida, se informó que el sector de empleados más beneficiados sería el de la industria (19,13%); seguidos por defensa, seguridad, enseñanza y administración pública (14,5%) e intermediación financiera y servicios de seguros (11,94%). Continúan comunicaciones (7,84%), servicios de transporte y almacenamiento (7,71%); enseñanza privada (6,33%); comercios al por mayor y por menor (5,82%); explotación de minas (5,82%); prestaciones de servicios (8,10%); suministro de electricidad, gas, agua y cloacas (5,06%); construcción (3,11%); salud humana y servicios sociales (2,91%); servicios de alojamiento y servicios de comida (0,90%); agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (0,65%) y el resto de las actividades (0,20%).
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