Ponen en duda el viaje de Francisco a nuestro país: ¿un mensaje para Milei?


Ponen en duda el viaje de Francisco a nuestro país: ¿un mensaje para Milei?

“Tucho” Fernández con el Papa Francisco, en una foto reciente/X

El dato cobra especial relevancia por la persona que lo hizo público. El designado cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, exarzobispo de La Plata, puso en dudas un posible viaje del Papa Francisco a la Argentina al referirse a los vehementes ataques del candidato presidencial libertario, Javier Milei, muy bien posicionado como para ser el próximo jefe de Estado local. La visita había sido anunciada para el año próximo.

“Seguramente el Papa no irá a un lugar donde no le inviten, donde puedan usar (o complicar) su visita para conveniencias políticas o donde las autoridades desprecien su presencia”, respondió “Tucho” cuando le preguntaron sobre el regreso de Jorge Bergoglio a su país natal, de donde se fue en marzo de 2013 para participar del cónclave cardenalicio que lo terminaría designando en el trono de San Pedro. Nunca más volvió. El reportaje fue en el sitio español Religión Digital.

Fernández recibirá la distinción cardenalicia en el consistorio que el Papa encabezará el 30 de este mes. Fue nombrado en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, uno de los dos o tres sillones más importantes del Vaticano. Es de los religiosos más cercanos a Francisco. Acaso el que mejor lo interpreta. Un discípulo, podría decirse.

Los que conocen los pliegos de la Iglesia aseguran que Fernández jamás diría las palabras que pronunció sin haberlas pautado con Francisco, o al menos saber lo que él piensa al respecto. Sus dichos pueden interpretarse como una jugada fuerte en la campaña presidencial argentina, más allá de la efectividad que finalmente puedan tener.

Consultadas por este diario, fuentes del equipo de Milei se mostraron despreocupadas por el eventual velado mensaje de “Tucho”.

Habrá que reconocer que el propio Papa generó las primeras dudas sobre su posible viaje a la Argentina. Fue cuando volvía de su reciente visita a Mongolia, en el avión que lo conducía a Roma y frente a los periodistas que cubrían la gira: “Les digo la verdad, para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay limitaciones para caminar y esto limita. Pero ya veremos”, respondió, diplomático, cuando lo consultaron al respecto.

No es un secreto el malestar de Iglesia argentina con el líder libertario, un crítico implacable, brutal, de la figura de Francisco. Críticas a la que se suma su estilo volcánico, arrabalero, casi sin inhibiciones. Sus últimas referencias a Bergoglio fueron en una entrevista reciente con el polémico periodista norteamericano Tucker Carlson. Allí, acusó al Papa de “estar del lado de dictaduras sangrientas”.

La nota, subida a la red social X (antes Twitter) tuvo unas 400 millones de visualizaciones, un récord para el formato que trabaja el reportero y por arriba de otras conversaciones con personajes como Donald Trump, Oprah Winfrey, Michael Jackson y la lista sigue. Semejante rebote, sin dudas, ha sido un incordio para la Iglesia: Francisco es la personalidad más global de la que habló el libertario con Carlson.

Los ataques de Milei al Papa no son nuevos pero ahora cobran una dimensión política especial dado su estatus de posible presidente. De hecho el archivo arroja expresiones bestiales de hace algunos años, como aquella en la que el libertario dijo que Francisco era la “encarnación del Maligno en la tierra” o cuando lo definió como “un imbécil que defiende la justicia social que es una aberración”. Al lado de eso, lo de decirle “comunista”, otra de sus apuntadas, es nada.

Otras reacciones

La Iglesia argentina tomó postura recientemente. Algo que tampoco hubiera hecho sin la aprobación de Roma. Es decididamente evidente la militancia de los sacerdotes en contra de Milei, aún cuando los une un hilo con el libertario que no los liga con el resto de los postulantes con chances, Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Sergio Massa (Unión por la Patria): Milei es el único candidato que se declara en contra del aborto. Para simplificar, Milei es el único “celeste”.

Hace un tiempo atrás, los llamados curas villeros, sacerdotes que trabajan en lugares vulnerables, realizaron una misa de desagravio al Papa. Por su popularidad y mediatización, sobresalió la participación en la homilía del padre José María “Pepe” Di Paola, coordinador de Los Hogares de Cristo. Más tarde, él confirmaría que “ninguno” de esos sacerdotes -que trabajan sobre todo en los barrios populares porteños y bonaerenses- se reunirá con Milei mientras no pida disculpas públicas, como si lo hicieron o lo harán con Bullrich y Massa.

“No sé si está en sus cabales, si tiene una ideología o tiene un problema psicológico”, llegó a decir el padre Pepe en un reportaje posterior.

Después de aquella misa desagravio, si se quiere una respuesta visceral de un grupo, la Conferencia Episcopal Argentina tomó el tema como algo institucional. Su titular, monseñor Oscar Ojea, cuestionó a Milei sin vueltas al considerar que se cayó en “insultos irreproducibles y con falsedades”.

“Uno de los candidatos presidenciales se ha expresado con insultos irreproducibles y con falsedades. Como expresó monseñor Gustavo Carrara (el obispo auxiliar de Buenos Aires y responsable de la pastoral de las villas de emergencia) el Papa es para nosotros un profeta de la dignidad humana en un tiempo de violencia y exclusión. Pero, por otra parte, también es un Jefe de Estado al que se le debe un respeto particular”, expresó Ojea. Se refería, claro, al Estado Vaticano.

Francisco siempre ha dilatado posibles viajes a Argentina bajo el argumento de que no quiere que su presencia sea usada para un lado u otro de la famosa grieta. Incluso llegó a estar en Brasil, acá nomás. Todo se estaba dando como para que el año próximo, sin elecciones en el calendario, pisara otra vez su país, algo que claramente aplaudiría la feligresía. La Iglesia, incluso, ya se había abocado a lo que llama “estudios preliminares” sobre el viaje.

La relatividad en la que entró ahora la visita tiene una diferencia respecto a veces pasadas en las que Francisco decidió no venir: ahora hay un responsable apuntado. Es Milei y su irrespetuosidad, por usar palabras de la propia Iglesia. Una institución con más de 2 mil años que jamás usa un término al azar.

 



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