Los Pequeños y medianos molineros harineros, nucleados en APYMIMRA, celebran que el 31 de diciembre del 2023 será el último día de vigencia del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), iniciativa oficial que no tuvo ningún efecto positivo en la cadena harinera a la vez que se mostraron “expectantes” ante las nuevas autoridades tras las pasadas elecciones presidenciales.
“Como lo venimos sosteniendo desde su implementación, el FETA no tuvo ningún efecto positivo en la cadena harinera. Solamente sirvió para beneficiar a un grupo de empresas molineras que tenían una situación financiera y patrimonial comprometida. Además, no contuvo el precio del pan, benefició al molino más grande y desestabilizó a los más pequeños”, se indicó en un comunicado.
El gobierno implementó el FETA en el año 2022, fijando un precio de referencia a través de la Resolución de la Secretaría de Comercio Interior para subsidiar la harina y evitar subidas en el precio del pan debido a la guerra en Ucrania. Aunque fue inicialmente rechazado con la certeza de que no iba a funcionar (la incidencia del precio del trigo y de la harina es marginal), el sistema se mantiene vigente a la fecha.
“A medida que el fideicomiso continuaba, el precio de la harina subsidiada aumentaba y aumentaba drásticamente, mientras que el precio del trigo no subía”, se explicó.
Cabe destacar que en la primera etapa del FETA, Molinos Cañuelas fue el beneficiado por el subsidio a la harina 0000 cuando sus costos, derivados de la economía de escala, no lo necesitan. Además esta harina no se utiliza para productos farináceos de primera necesidad y por lo tanto no se cumplió con el objetivo del decreto 108/2022 que estableció la emergencia alimentaria.
“En definitiva, Molinos Cañuelas aumentó su posición dominante en el mercado, al dejar afuera a los Molinos Pymes y apropiarse de sus recursos, violando las reglas de Defensa de la Competencia. A la fecha Molinos Cañuelas ha recibido 21.500 millones de pesos”, se indicó en un comunicado.
Los Molinos Pymes (APYMIMRA) y la Cámara de Industriales Molineros (CIM) reaccionaron con vehemencia ante la intención de la Secretaría de Comercio de recrear un sistema similar al de la ex ONCCA.
En mayo de este año, Sergio Massa y Matías Tombolini decidieron que el FETA se financie con la recaudación de 1,3 puntos porcentuales de las retenciones aplicadas a productos de la cadena sojera.
“Las medidas intervencionistas del Gobierno saliente colocan en serio riesgo la continuidad de los molinos pymes, que aglutinan a una importante comunidad productiva nacional y ocupan mano de obra directa e indirecta constituyendo una sustancial fuente de trabajo en ciudades y pueblos del interior. Todo en beneficio de unos pocos molinos, y el más importante Cañuelas, que ya ha sido denunciado en sede penal y ante la Cámara Nacional de Defensa de la Competencia”.
Por otra parte, desde Molinos Pymes se muestran “expectantes” por la llegada de las nuevas autoridades y “festeja” la inminente designación de Fernando Villela como Secretario de Bioeconomía, confiando en que “su expertise en temas agropecuarios servirán para revertir nuestra capacidad ociosa y llevar a lo más alto a los pueblos del interior que con orgullo representamos”.
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