La inflación no se detiene en Argentina. Recientemente, el Gobierno aseguró que la suba semanal, fue del 2,2 por ciento. aunque para las consultoras privadas, en los primeros 15 del mes, fue de casi 11,9.
Lo cierto es que entre tantos aumentos en alimentos, turismo, indumentaria, etcétera, las frutas y verduras marcaron un incremento importante.
Por ejemplo, en un giro inesperado en el mercado de hortalizas, el precio del tomate ha alcanzado cifras que han impactado a los consumidores. En algunas verdulerías, el tomate se puede conseguir a más de 1000 pesos por kilo, llegando a veces a los 1.300, 1.400.
El costo de este producto básico ahora es “prohibitivo” para hacer una ensalada y acompañar un sándwich.
A su vez, esto también se le suma al precio de las bananas, que también se ha dejado de consumir por los precios que se manejan. En este caso, esta fruta se podría conseguir a hasta 1500 pesos el kilo (para la ecuatoriana) y a 700/800 la boliviana.
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