Mientras espera una definición del juez sobre los pedidos de detención a un concejal massista y a su padre, la fiscal Betina Lacki le solicitó al juez Guillermo Atencio que Julio “Chocolate” Rigau -el puntero político que fuen encontrado con casi 50 tarjetas débito en los cajeros auutomáticos de 7 y 54-, sea trasladado esta mañana a los tribunales de la calle 7 entre 56 y 57 para indagarlo aunque el detenido, por ahora, se negó a contestar preguntas.
La causa entró en un compás de espera mientras que se define un pedido de nulidad presentado por los abogados de Rigau, ante la Sala III de la Cámara de Apelaciones de La Plata, la misma que en su momento declaró la nulidad de manera irregular, aunque los dos integrantes cuestionados , Juan Alberto Benavides y Alejandro Villordo, se excusaron. Según trascendió de fuentes judiciales, los magistrados Miriam Patricia Ermili y Ernesto Julián Ferreira lo reemplazarán en este proceso.
Hasta que la Cámara no resuelva, estiman, no habrá definiciones sobre los pedidos de detención que hizo la fiscal la semana pasada, cuando falta, además, menos de 10 días para el balotaje presidencial.
El juez debe responder el pedido de detención del concejal platense Facundo Albini y su padre, Claudio Albini, que durante años se desempeñó como subjefe en la Dirección de Personal de la Cámara de Diputados bonaerense. La fiscal investiga sus vínculos con “Chocolate”.
CASO INSAURRALDE
Por otra parte, personal de Gendarmería Nacional realizó un operativo en un hotel casino de la ciudad entrerriana de Victoria, en el marco de la causa por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito que tiene en la mira al ex jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde.
El allanamiento tuvo que ver con Insaurralde, pero también con su ex pareja, la conductora televisiva Jesica Cirio, la cual imputada en el caso por presunto lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
El año pasado, Cirio condujo un programa en televisión conocido como “Mujeres de la Selección”, y tenía el auspicio del Casino Victoria, y que está bajo la gestión de Daniel Mautone, dueño de casinos y varios bingos en la provincia de Buenos Aires, y era uno de los que debía controlar Lotería bonaerense, donde reportaba gente afín a Insaurralde. Por esa razón, la sospecha es que ese auspicio en realidad sería una “coima encubierta”.
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