Los efectos de la devaluación con el consiguiente aumento de la inflación que sobrepasará los dos dígitos este mes, es motivo de inquietud extra para el oficialismo bonaerense. A dos meses de las elecciones generales de octubre, ese complejo escenario fue analizado ayer durante un largo cónclave que el gobernador Axel Kicillof mantuvo con intendentes oficialistas.
Fue, según trascendió, una charla en la que el mandatario dio una serie de pistas respecto de los anuncio que hará Sergio Massa en busca de mitigar ese fuerte impacto y en la que se analizaron los escenarios electorales que quedaron dibujados luego de los comicios del domingo 13.
Los alcaldes están preocupados por el impacto de la devaluación que agrega un elemento más de malestar entre distintas franjas del electorado. Ayer fueron recibidos por Kicillof y el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde en el Salón Dorado de la Gobernación. También estuvieron la vicegobernadora Verónica Magario y otros ministros, como el responsable de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque; la titular de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez y el jefe de Asesores, Carlos Bianco.
“Es la primera reunión política que tenemos luego de las elecciones. El Gobernador hizo un análisis general sobre la situación en la que nos encontramos, después cada sección electoral fue explayándose sobre las características propias de cada uno y finalmente en el contexto nacional donde vemos a una enorme necesidad que en octubre retengamos la Provincia”, dijo el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk.
Kicillof quedó bien parado de cara a su reelección ya que obtuvo el 36 por ciento de los votos en las PASO. Sin embargo, en el oficialismo preocupa que Massa haya obtenido cuatro puntos menos. En la Provincia buscan que todos se comprometan en arrastrar a Massa hasta el ballotage y que el corte de boleta en los distritos que se registró en favor de los intendentes, tenga un impacto mucho menor.
En medio de esa situación se cruzan sospechas y especulaciones. Una de ellas tiene que ver con la boleta presidencial de Javier Milei, que fue “cuidada”, se dice, por los propios intendentes del PJ para frenar un eventual crecimiento de Juntos por el Cambio. Pero ahora, con la sorpresa que dio el líder libertario, acaso esa colaboración no sea tan generosa.
El propio Kicillof se ocupó ayer de Milei. “Los problemas no se resuelven dinamitando o destruyendo todo, ni con recetas mágicas”, dijo al encabezar el acto de inauguración del nuevo edificio de talleres de la Escuela Secundaria de Educación Técnica N°6 de Wilde, en el municipio de Avellaneda.
“¡Es fácil gritar ‘quedémonos sin industria, sin escuela pública, sin salud’! Pero las recetas mágicas no solucionan los problemas. El futuro se construye con más trabajo, más educación y más salud. No puede ser que haya un país sólo para los que lo pueden pagar y el resto quede afuera”, advirtió.
“Es más fácil decir ‘rompamos todo’ y ofrecer soluciones mágicas, pero si te tomas la pócima mágica, no te va a ir mejor. La clase media y los trabajadores necesitan de la universidad, de la escuela y de la salud pública”, añadió al cuestionar los propuestas de Milei.
Kicillof afirmó que “hablan a los gritos para expresar el enojo. Pero no sea cosa de que el malestar nos conduzca a un lugar al que no queremos ir”, en obvia referencia al libertario.
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