Enzo Fernández, de San Martín a Londres: la charla clave en su niñez y el cuadro de Messi que lo motivó

Enzo Fernández tenía cinco años cuando todo el mundo habló de él por primera vez.Todo el mundo de su mundo, que era San Martín, su barrio. Un día de entonces fue con su equipo de baby fútbol a enfrentar a una categoría formada por Pablo Esquivel, uno de los captadores más reconocidos del fútbol argentino que trabaja para River, y los dejó boquiabiertos con tanto talento a esa edad. De aquello pasaron 17 años de una historia especial que su descubridor contó a TN.

“Con Enzo tengo una relación que trascendió lo de captador-jugador. Tengo una relación con él y con su familia porque lo conozco desde que tiene cinco años, cuando lo vi jugando en contra mío y hablé con el papá y la mamá para tenerlo conmigo. Él iba al jardín, se los fui a pedir, les dije que había que estimularlo con otro tipo de entrenamiento y su papá me dijo que no, que era una locura porque él todavía estaba en el jardín”, recordó Esquivel.

Pablo Esquivel con Enzo Fernández.
Pablo Esquivel con Enzo Fernández.

¿Qué le viste a un nene de cinco años para advertir lo que sería?

-Yo ese día que jugó contra mí le vi ubicación, visión de juego, era un líder nato a los cinco años. Lo que jugaba Enzo a esa edad era una cosa increíble y bueno, cuando hablé con los papás y me dijeron que no, que era muy chiquito, busqué la casa de los padres por todo San Martín porque yo sabía que Enzo era distinto, así que fui preguntando por la casa de los papás de Enzo, me dijeron dónde era y les toqué timbre, se los fui a pedir.

¿Y qué pasó?

-El papá me volvió a decir que no, que tal vez el año que viene y bueno, cumplió. Lo trajo cuando cumplió seis y empezó la carrera de Enzo en el club que yo dirigía. Era tan chiquito igual que arrancó con una categoría más grande que él porque la de él no existía.

¿Para entonces ya trabajabas en River?

-Claro. Yo había hablado con Gabriel Rodríguez, que era el coordinador de las categorías de formación, y le dije que había un chico 2001 que era una cosa de locos, muy bueno, que tenía condiciones bárbaras y me dijo “andá a buscarlo” y bueno, arrancó en la 2000 porque era la más chica que había. Después lo llevamos a Parque Chas, donde hizo todas las categorías de baby conmigo y con Luis Pereira, un maestro para los formadores.

¿Y de ahí no paró?

-No solo paró sino que quiso dejar el fútbol en un momento. A él en infantiles lo llenaban de elogios, todo ese proceso le decían que era el mejor, pero en Prenovena empezó a tener muchos menos minutos porque estaba gordito y aunque tenía la técnica y la calidad, al estar pesado los técnicos en ese momentos dejaron de confiar en él. En Novena le pasó lo mismo, entonces lo mandaban a jugar en Liga y a veces ni en Liga jugaba y se bajoneaba porque iba al banco y no jugaba o entraba dos minutos nada más.

Enzo Fernández en las infantiles de River (entre los parados, el cuarto de izquierda a derecha).
Enzo Fernández en las infantiles de River (entre los parados, el cuarto de izquierda a derecha).

¿Te contó que no quería seguir jugando o te enteraste?

-Un día me llamó el papá y me dijo: “Enzo quiere dejar, se quiere ir de River”. Ahí no esperé ni un segundo, fui a la casa, le pregunté qué le pasaba y me dijo que no quería seguir porque no jugaba, entonces yo le planteé que si él se había preguntado por qué no jugaba, si lo había hablado con su profe y le dije que a partir de esas respuestas era donde había que pararse para ver qué hacer y fue una conversación que le hizo un click después de lo que fue como una confesión.

¿Por qué?

-Porque ahí le dije que lo primero que había que hacer era cambiar sus hábitos de alimentación y de entrenamiento, que tenía que evaluar cómo estaba llevando su vida. Ese año no jugó mucho, estuvo a punto de quedar libre y el que en parte le salvó la carrera fue el Tapón Gordillo porque fue el técnico que lo empezó a poner. A Enzo estuvieron a punto de dejarlo libre pero finalmente decidieron dejarlo un año más para ver si explotaba.

¿Y cuál decís que fue el click que hizo?

-Bueno, el Tapón lo empezó a poner y Enzo decidió entrenarse diferenciado. Iba a un centro que hoy maneja Mario Mouche, el profe que está en Racing con Fernando Gago, y cuando comenzó a verse mejor se dio cuenta de que el que estaba fallando era él, entonces siguió y siguió hasta ponerse muy bien en lo físico y ahí no paró de jugar. Ahí hizo el click y hasta hoy no paró, se volvió un obsesivo del entrenamiento.

¿Cómo es Enzo?

-Enzo es muy familiero. Adora a su gente, su barrio, su familia y amigos.

¿Tenés relación de su familia? ¿Cómo son?

-Me considero amigo de ellos y ellos de mí. El papá se llama Raúl y la mamá, Marta. Enzo además tiene cuatro hermanos: Sebastián, Rodrigo, Gonzalo y Maxi . Son una familia muy humilde y muy unida. El viernes comí con ellos en su casa y están sorprendidos por todo lo que está viviendo Enzo. Yo siempre les digo que todo lo bueno que les pasa es mérito de la familia. El papá sigue trabajando en una fábrica de pinturas, Marta limpiaba casas hasta no hace mucho y fue la que se dedicó a llevar a Enzo a todos lados. Ella se tomaba el 28, iba y venía para todos lados. Yo siempre digo que esa familia hizo un gran sacrificio y siguen viviendo en el mismo lugar de toda la vida.

¿Y ahora que Enzo se fue, qué pasa cuando vuelve barrio?

-Enzo es uno más de San Martín. Por supuesto que ahora todos lo ven disinto porque la está rompiendo, pero ya en Defensa y en River era el orgullo del barrio. Siempre que viene visita su casa para estar con sus padres, hermanosy amigos. Enzo tiene a los amigos de siempre, se rodea de las mismas personas y aunque sabe que se le va a pegar mucha gente, él sabe quién es quien.

¿Qué análisis hacés de proceso de Enzo en estos tres años?

-Es algo monstruoso. Hace solo tres años jugó su primer partido en Reserva, Gallardo lo vio y con ese partido ya lo subió a Primera. Le tocó debutar en un partido de Copa Libertadores y en un momento Marcelo fue muy honesto con él y le dijo que iba a estar tapado por Enzo Pérez, Ponzio, Zuculini y Sosa, los que estaban adelante, y le sugirió irse a Defensa. Ahí me llamó, lo hablamos y le dije: “Gordo, no es lo mismo jugar en Reserva que jugar en un club con público yque juega Copas, porque Defensa se había clasificado ese año. Le dije que en Reserva lo veían su mamá, su papá, su novia y un par de amigos, pero en Defensa ya podía sentirse un jugador profesional y la verdad es que fue la mejor decisión”.

Enzo Fernández, campeón de la Copa Sudamericana con Defensa y Justicia (REUTERS/Buda Mendes).
Enzo Fernández, campeón de la Copa Sudamericana con Defensa y Justicia (REUTERS/Buda Mendes).Por: Pool via REUTERS

¿En Defensa se “curtió”?

-No, en Defensa maduró. Hernán Crespo le enseñó mucho, fue un muy buen técnico. Y ahí terminó siendo campeón de la Sudamericana con un absoluto protagonismo. Enzo en Defensa maduró y se dio cuenta de que esto es profesionald, de que él tenía que seguir como estaba pero no quedarse y entonces en pandemia, cuando estaba todo parado, él se entrenaba tres veces por semana, iba al club, volvía, se entrenaba a la tarde y a la noche; también hacía natación.

La explosión en River y el sueño de Europa

Enzo se llama así por Francescoli. Con eso basta para entender cuán fanático de River es él, que lo heredó de su padre. Jugar con la camiseta del Millonario era su aspiración y triunfar mucho más. Logró todo tan rápido que el Benfica de Portugal no dudó (ndr: pagó casi 19 millones de dólares, le hizo un contrato por cinco temporadas y le impuso una cláusula de salida de unos 120 millones) y se lo llevó: “Él siempre me decía que su sueño era jugar en Europa pero no siendo uno más, sino destacarse y miralo hoy. Enzo se preparó para esto que vive. Entendió que el camino era largo y que hoy pueden elogiarte porque sos bueno pero que si te quedás, fuiste”.

De San Martín a Qatar, un viaje con escala en la vida misma

¿Qué es la Selección para Enzo?

Otro sueño, el más grande, y no cae. Cuando hablamos él me dice “Pablo, hace un año yo no estaba ni citado, es una locura lo que está pasando”, y yo le aconsejo que no mire las redes sociales, que trate de enfocarse en lo que hace, en su hija, Olivia, y en su familia. Es que si no se va del eje y ahí pueden venir las lesiones emocionales.

La historia de Enzo Fernández y el cuadro “secreto” de Lionel Messi

En su casa de San Martín, un día, Enzo Fernández se armó un mini gimnasio. Un par de máquinas, mancuernas, una colchoneta, cintas y un cuadro: “La primera vez que a Enzo le tocó ir a entrenar con la Selección, él se sacó una foto con Messi que no la subió a ningún lado, que solo la conocen él y su familia, él la hizo gigantografía y la puso en el gimnasio de su casa y él se entrenaba diciendo que iba a jugar con él, que iba a llegar y mirá… (se emociona)”.

Enzo Fernández en la Selección (Instagram).
Enzo Fernández en la Selección (Instagram).

¿Y donde está ese cuadro ahora?

-En el comedor, detrás de la mesa familiar. Ahí hay dos cuadros: el de la camiseta de Enzo cuando jugaba en River y el de la foto que se sacó con Messi y con eso se motivaba. Él miraba ese cuadro y decía “lo voy a lograr, voy a jugar con él”, e incluso cuando jugó contra él en PSG-Benfica en la Champions League me dijo: “Pablo, es increíble jugar cerca de él”.

¿Qué es Enzo en tu vida?

Enzo y todos los chicos que dirigí son mi ilusión, la que yo tuve de chico. Porque yo ya llevo 20 años en esto y elegí ser lo que soy, profe y técnico, y mi idea siempre fue ayudar a los que menos tienen porque yo nací en un barrio de emergencia y me costó mucho llegar adonde estoy, por eso siempre intento ayudarlos. Yo formé y dirigí a muchos muchísimos como Exequel Palacios, Guido Rodríguez, Alexis Mac Allister, Nico Domínguez y David Martínez, entre los más conocidos. Puedo decir que cada logro lo siento como mío porque yo no solo los llevé a River o a otros clubes sino que me quedo pendiente de los chicos, de estar en contacto, sobre todo con los que están en pensiones y no tienen con quién hablar. Entonces creo que esa es la única manera de ayudarlos para que puedan complir su sueño.

Pablo Esquivel con Enzo Fernández.
Pablo Esquivel con Enzo Fernández.

El debut “particular” de Enzo Fernández en la Selección

Fue el 24 de septiembre de 2022, en el amistoso ante Honduras. Ocupó, curiosamente, el lugar de Giovani Lo Celso, lesionado. Entró a los 19 minutos del segundo tiempo en reemplazo de Leandro Paredes y, en los 26 minutos que disputó, no falló ninguno de los 37 pases que intentó.

Enzo Fernández tenía cinco años cuando todo el mundo habló de él por primera vez. Todo el mundo de su mundo, que era San Martín, su barrio.

Hoy, Enzo Fernández tiene 22 años y su mundo pasó a convertirse en el mundo entero, ahora que ganó el Mundial de Qatar y fue elegido como el mejor jugador joven del torneo. Y todo esto al lado de su ídolo, Lionel Messi.

FUENTE: https://tn.com.ar/deportes/futbol/2023/02/01/enzo-fernandez-de-san-martin-a-londres-la-charla-clave-en-su-ninez-y-el-cuadro-de-messi-que-lo-motivo/

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