Sin Alberto Fernández -en China- ni Cristina Kirchner acompañándolos, los principales candidatos del oficialismo, Sergio Massa y Axel Kicillof, encabezaron ayer el acto por el Día de la Lealtad Peronista en el estadio de Arsenal de Sarandí, que además sirvió de escenario para el cierre de la campaña de Unión por la Patria en la provincia de Buenos Aires. Hubo desde allí fuertes cuestionamientos a los opositores Javier Milei y Patricia Bullrich. Y alguna que otra definición fuerte. Por ejemplo, la idea que soltó el Gobernador bonaerense al advertir que no habrá victoria que valga con una derrota a nivel nacional: “La provincia de Buenos Aires no se salva sola, no alcanza con un gobierno local, con la Provincia, necesitamos un proyecto nacional”, insistió el mandatario, que el domingo va por la reelección.
Massa y Kicillof estuvieron en el escenario junto al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Abajo, junto a la militancia, escuchaban Máximo Kirchner -golpeado por el caso Insaurralde-, Cecilia Moreau, Malena Galmarini y referentes del kirchnerismo como el procurador del Tesoro, Carlos “Chino” Zannini y el senador y titular del Instituto Patria, Oscar Parrilli, entre otros dirigentes, sindicalistas, gobernadores e intendentes del PJ.
En un estadio repleto de militantes, con fuerte movilización además sindical y las organizaciones sociales, (Kicillof calculó 40.000 adentro y otros 20.000 en las inmediaciones), el Gobernador y el ministro de Economía coincidieron en sus críticas a Bullrich y Milei. “Esto no se resuelve con una motosierra, con dinamita ni ajuste, no es por ahí”, dijo Kicillof y le apuntó a los rivales opositores al afirmar que “acá hay dos candidatos que lo que proponen es exterminar al peronismo y a la justicia social. Pero qué democracia es esa, del odio y la violencia, tanto que primero atentaron contra la Vicepresidenta y luego la proscribieron”.
Mientras que Massa sumó: “Tuvimos que escuchar en esta campaña cómo dos candidatos lastimaban a las familias cuyos seres queridos derramaron su sangre en las Malvinas”, afirmó en una referencia indirecta a sus adversarios políticos, de quienes se diferenció también con una defensa explícita a “la universidad y la educación públicas”.
En ese sentido, prometió elevar el presupuesto en educación a 8 puntos del PBI y un mejor salario docente y más presentismo. “Venimos a decirles que no se puede mandar a una familia a mendigar un voucher, que la Argentina es sinónimo de Educación pública, gratuita y seguridad”, reforzó, en oposición a las propuestas libertarias.
Después, se dedicó a disparar contra la candidata de Juntos por el Cambio. “Ya hay más de un millón de argentinos que aunque vaya Bullrich a la tele a decir que lo va a sacar, ya no les cobran el impuesto a las Ganancias”, subrayó el candidato a Presidente de Unión por la Patria, que además se comprometió ante Kicillof a combatir la inseguridad en la Provincia, en caso de llegar a la Casa Rosada el 10 de diciembre.
“Cueste lo que cueste”
Pero lo que flotó en el aire cálido de Avellaneda fue la sensación de que el domingo ambos candidatos se juegan su destino político. El objetivo de Unión por la Patria es que el ministro y el gobernador alcancen el 40% de los votos en la Provincia. Kicillof sacó 36,4% en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de agosto, mientras que Massa arrancará con el 32,2%. Para que la estrategia verdaderamente surta efecto apuestan al apoyo clave de los intendentes del PJ.
“Este es un acto donde cargamos las pilas para que Sergio Massa sea presidente este domingo”, dijo ayer Kicillof y que lo que se viene es “una elección decisiva e histórica”, al tiempo que comparó el 17 de octubre de 1945 con lo que se pone en juego el domingo 22. “En aquel 17 de Octubre se trataba de poner las patas en la fuente. Hoy se trata de meter los votos en la urna para defender los mismos derechos, la dignidad, una patria justa, libre y soberana. Otra fecha, la misma lucha”, resumió el jefe del Estado provincial.
En tanto que Massa le pidió a la militancia que redoble el esfuerzo de acá al domingo para pedir el voto de los indecisos.
La liturgia peronista tiñó el acto de principio a fin, cuando se entonó la tradicional marcha de Hugo del Carril que por momentos se confundió con los cánticos de tono futbolero de la militancia, que coreó insistente: “Ponga huevo Massa, ponga huevo sin cesar que el domingo cueste lo que cueste tenemos que ganar”.
Cristina, alejada
El espacio elegido para el acto fue el mismo en que Cristina Fernández de Kirchner lanzó “Unidad Ciudadana” el 20 de junio de 2017.
Pero ayer la vicepresidenta también tomó distancia. Según trascendió, volvió a su departamento de la Recoleta procedente de Santa Cruz, donde pasó el fin de semana largo, para encarar una serie de reuniones antes de las elecciones del domingo, cuando deberá regresar al sur para sufragar.
Con perfil bajo- el más notorio en los últimos años, se espera igual que mantenga contactos con los dirigentes que más frecuenta, es decir su hijo Máximo, Eduardo De Pedro e inclusive Massa. El eje de las conversaciones en la recta final de la campaña será la necesidad de retener la provincia de Buenos Aires con Kicillof.
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