Elecciones 2023.- A la caza de votos: Sergio Massa y Javier Milei, tensión en la recta final de cara al balotaje


Los candidatos a la Presidencia, el oficialista Sergio Massa y el libertario Javier Milei, ya están lanzados a una intensa cacería de votos cuando restan dos semanas para la segunda vuelta electoral. En el medio, la tensión crece con duros cruces y hasta una marcha opositora a la Casa Rosada.

Con vistas al tramo final de la campaña, y encuestas que marcan una gran paridad, ambos postulantes intensificarán sus visitas a distintos puntos del país, mientras en paralelo se alistan para el debate obligatorio del próximo domingo, que puede ser clave.

Massa arrancó ayer temprano en un acto en San Fernando con duras críticas a Milei: “Un país no se construye vendiendo los órganos”. Pero fue más allá y calificó al libertario de ser parte de un “fenómeno raro” vinculado “a la violencia y el autoritarismo”.

Y por la noche volvió a apuntar contra Mauricio Macri, el aliado que sumó Milei para el balotaje: “Le voy a dar una primicia que lo puede entusiasmar, porque creo que hasta puede ser un tema de repercusión internacional”, le dijo el candidato presidencial y ministro de Economía al periodista Luis Majul durante una entrevista en LN+. “A fin de mes el FMI empieza la investigación sobre la fuga de capitales del préstamo stand by del 2018. Y manda una comisión hacia la Argentina que va a hacer una revisión sobre el 66%, que según la AGN- que es un órgano que maneja la oposición-, que no se utilizó para financiar ni hospitales, ni escuelas ni para resolver la estabilidad económica, sino para financiar el pago a fondos de inversión como BlackRock”, entre otros.

Mientras, aseguró que Cristina Kirchner “no va a tener cargo público” en caso de ganar el balotaje del próximo 19 de noviembre. En ese sentido, relativizó el papel de la Vicepresidenta cuando fue nombrado a cargo de la cartera de hacienda, al señalar que a él lo propusieron “los gobernadores y a CGT”. Al ser consultado sobre las causas que afronta la Vicepresidenta, Massa dijo que no pone “las manos en el fuego con nadie” y sostuvo que esos procesos “están en manos de la Justicia”.

Protesta libertaria

De la otra vereda, cientos de militantes de La Libertad Avanza realizaron por la tarde una marcha por el centro porteño para protestar contra un supuesto “fraude electoral” a dos semanas del balotaje presidencial y reclamando la renuncia de Massa como ministro.

La manifestación tuvo su epicentro en el Obelisco y luego los participantes se dirigieron a Plaza de Mayo.

El fin de semana pasado hubo otra manifestación del mismo tono en el Obelisco.

En lo que denominaron como “marcha nacional por la República y la democracia”, los manifestantes se concentraron en la Plaza de la República desde las 17. No ocuparon la Avenida 9 de Julio ni el carril del Metrobus, de modo que se ubicaron en la zona peatonal.

Al canto de “la casta tiene miedo”, mostraron carteles que decían “No al fraude. El pueblo grita libertad”, “Massa fraude” y “No votes en blanco”.

Aquellos que fueron al Obelisco se trasladaron hacia Plaza de Mayo por Diagonal Norte para continuar con la marcha en contra del Gobierno. La movilización fue viralizada por las redes sociales.

Foco de campaña

Mientras, el foco de ambos equipos de campaña está en seducir a los votantes que en octubre optaron por otros candidatos.

En la primera vuelta, un 23,81 % del electorado votó por Patricia Bullrich, candidata de la coalición opositora de centroderecha Juntos por el Cambio.

Tras no lograr el pase a segunda vuelta, Bullrich y el expresidente Macri anunciaron su respaldo a Milei. La decisión dejó al borde de la fractura a la coalición: los otros partidos que integran el frente, liderados por la centenaria Unión Cívica Radical, rechazaron con dureza la inconsulta decisión y se declararon neutrales ante la segunda vuelta.

Pero también forzó a miembros de La Libertad Avanza a dejar ese espacio en desacuerdo con la decisión de Milei de sellar un acuerdo con Macri y Bullrich, parte de la “casta política” que el candidato libertario tanto ha denostado durante la campaña.

Para el balotaje, Milei ha dejado de lado su discurso “anticasta” y ahora apunta al “cambio” y a “derrotar” al kirchnerismo, el eslogan que la propia Bullrich había adoptado para su fracasada campaña.

Massa calificó a su rival libertario de “fenómeno raro” y lo vinculó con la violencia”

“El resultado continúa siendo abierto e incierto. Es difícil saber con certeza las consecuencias que pueda tener en el resultado la injerencia absoluta del expresidente en la comandancia de la campaña de Milei. Además de resquebrajar a Juntos por el Cambio, está generando fugas en el espacio libertario por haberse diluido la bandera anticasta”, apuntó la consultora Epyca en un informe.

El comportamiento de quienes votaron por Bullrich no está claro ante la segunda vuelta: según sondeos recientes, la mayoría optaría por Milei, pero un porcentaje no menor votaría por Massa y otra buena porción votaría en blanco.

La incertidumbre también se cierne sobre el electorado que votó en primera vuelta por Juan Schiaretti, del frente peronista disidente Hacemos Por Nuestro País, que obtuvo el 6,73 % de los votos.

Al canto de “la casta tiene miedo”, mostraron carteles que decían “No al fraude de Massa”

Schiaretti ha sido crítico tanto de Massa como de Milei, pero más del candidato oficialista, de quien cree que detrás de él está Cristina tras el avance sobre el juicio a la Corte Suprema.

El otro núcleo de votantes es el de la izquierda: Myriam Bregman, que obtuvo el 2,70 % de los votos, ha decido no apoyar ni a Milei ni a Massa, pero su electorado, que por ideología rechaza el discurso libertario, podría en parte votar al ministro de Economía para intentar evitar un triunfo de La Libertad Avanza.

Los esfuerzos de los candidatos también apuntan a captar el interés de quienes en octubre no acudieron a las urnas (el porcentaje de participación fue del 77,04 %), a convencer a los aún indecisos (4,3 %, según algunos sondeos) y a intentar cambiar la decisión de muchos ciudadanos de votar en blanco (cerca de un 5 %, según encuestas) o no ir a sufragar el 19 de noviembre (2,5 %).

En todos esos grupos del electorado está la llave para que uno u otro acceda a la Casa Rosada el próximo 10 de diciembre, en un escenario en el que los sondeos -fallidos tanto en las primarias de agosto como en las generales de octubre- discrepan sobre si será Massa o Milei el ganador, aunque coincidiendo que la diferencia entre ambos es muy estrecha.

 

 



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