Tras conocerse el fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años en su residencia de Santa Marta, líderes de todo el mundo expresaron su pesar y destacaron su legado. Desde Donald Trump hasta el dalai lama, las muestras de afecto y respeto no tardaron en llegar.
Desde América, figuras como Claudia Sheinbaum (México), Lula da Silva (Brasil) y Daniel Noboa (Ecuador) destacaron su compromiso con los pobres, la paz y la igualdad. El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, lo describió como un referente necesario “que se fue quizás en el momento en que más se lo necesitaba”.
Líderes europeos también se sumaron al homenaje. Emmanuel Macron lo definió como un defensor de los más frágiles, mientras que el presidente ucraniano Volodímir Zelensky lo recordó por sus oraciones por la paz. Giorgia Meloni, desde Italia, lamentó profundamente su partida y afirmó que “ha vuelto a la casa del Padre”.
Desde otras regiones del mundo, el presidente de Egipto lo describió como “una voz de paz y compasión”, y el dalai lama destacó su ejemplo de vida sencilla y solidaria. Vladimir Putin lo llamó un “defensor constante de los valores del humanismo y la justicia”.
Con un pontificado marcado por su cercanía, humildad y defensa de los más vulnerables, el Papa Francisco deja una huella imborrable en la historia de la Iglesia y del mundo.
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