Córdoba, en camino a ser un distrito electoral clave para el balotaje


La provincia de Córdoba aparece, otra vez, como una clave decisiva de cara al balotaje del 19 de noviembre. Concentra sólo un poco menos del 9 por ciento del padrón nacional pero tiene antecedentes de ser un distrito estratégico: en 2015, Mauricio Macri le sacó allí una diferencia notable a Daniel Scioli y eso hizo posible su llegada a la Rosada. Ahora, 8 años después, La Docta asoma como un territorio potencialmente decisivo para Javier Milei, ese lugar en el que pueda hacer una diferencia holgada contra Sergio Massa que acaso le permita equiparar lo que el peronismo da como un hecho: que el ministro de Economía tendrá su fuerte en Buenos Aires.

No conviene hacer parangones definitivos porque en 2015 Scioli no hizo la elección contundente que se esperaba en la Provincia. Por eso la victoria cordobesa de Macri fue absolutamente crucial. Ahora, Milei registra buenos índices de adhesión en Córdoba pero aparece rezagado en Buenos Aires, si se toman los datos de la primera vuelta electoral del pasado 22 de octubre.

Igual, todo es relativo: a diferencia de lo que pasó en octubre, ya no estará en la góndola del balotaje Juntos por el Cambio. Se supone que buena parte del voto bonaerense que fue a Patricia Bullrich aquel día ahora optará por el postulante libertario. Eso esperanza a La Libertad Avanza.

ERRORES NO FORZADOS

Massa acaba de volver de un raid por Córdoba, un distrito donde en las Primarias de agosto y luego en las generales de octubre la ha ido bastante bien a su rival Milei.

Expertos en opinión pública de esa provincia coinciden en que la visita del ministro/candidato no fue tan exitosa: habría activado un voto en contra suyo por ciertos infantilismos discursivos. Como decir que Milei odia el cuarteto -emblemático género de música popular local- y en cambio él lo ama y hasta lo baila en su casa. Un ítem con rebotes en la conversación pública provincial que, por cierto, habría acaparado más atención (lo que incluye los mencionados coletazos negativos) que promesas de gestión futura como bajar las retenciones a las exportaciones de granos.

Que Córdoba sea una provincia que, en términos de historia reciente, haya optado por el macrismo para la cuestión nacional le sirve muchísimo a Milei desde que selló la alianza política post primera vuelta con Macri. El ex presidente, de hecho, ya fue y volverá a ir allí para pedir el voto por el libertario. Ambos tiene un aliado no blanqueado: el gobernador Juan Schiaretti, quien vende neutralidad de cara al balotaje pero ha jugado fuerte para marcar un límite. No se explayó a favor de Milei pero fue contundente en contra de Massa, cuando condenó el juicio político a la Corte Suprema que se sustancia en Diputados por el impulso de Cristina Kirchner y bajo un silencio incomodo del ministro/candidato. Habló Schiaretti de respetar la división de poderes y condenó la movida contra el tribunal del “gobierno kirchnerista del candidato Sergio Massa”. Un misil.

Massa intenta compensar ese golpe cultivando una relación con el sucesor, el gobernador electo Martín Llaryora. No le ha ido tan bien: aunque no lo atacó directamente a él, Llaryora también condenó el juicio a la Corte que, encima, se apoya en escuchas telefónicas turbias, sin aprobación judicial, que habrían sido aportadas por el sistema de espionaje ilegal apañado por el kirchnerismo.

Massa obtuvo en octubre el 13,4% en la provincia mediterránea. ¿Dónde debe pescar ahora, de cara al domingo 19? En los 665.000 votos que obtuvo Schiaretti y los 519.000 que sacó Bullrich como candidata de Juntos por el Cambio. El problema para él: en ese universo habría cierta tendencia mayoritaria de migración hacia Milei. Son votos de profunda raíz antikirchnerista. ¿Le alcanzará al ministro/candidato el argumento dialéctico de que él no es K para convencer a esas almas?

Diez puntos porcentuales en Córdoba equivalen, según los especialistas y en función de los resultados del 22 de octubre, a un punto porcentual a nivel nacional, siempre y cuando se mantenga el nivel de participación. Si la elección en Córdoba sale 70% a 30% a favor de Milei, entonces el libertario le sacaría a Massa 4 puntos nacionales. Se aclara, de todos modos, que en política no conviene nunca regirse por las matemáticas. Pero, lo dicho: esos eventuales 4 puntos pueden resultar determinantes en un balotaje. Salvo que Massa consiga victorias muy resonantes en otros distritos, como para compensar la previsible derrota en Córdoba. Como en Buenos Aires (37 por ciento del padrón), donde Unión por la Patria pone todas las fichas. O Santa Fe, donde a nivel provincial manda ahora el radical Maximiliano Pullaro.

A priori es tierra difícil para Massa. En el ítem “Presidente”, en octubre pasado Milei obtuvo 32,47% contra un 29,68% de Massa. Claro, Bullrich sacó allí 26,8 %. El libertario trabaja para que esos votos de la dama -hoy su aliada coyuntural- lo acompañen en el balotaje. Massa busca explorar en el perfil moderado que tenga esa porción de votantes. Es un gran interrogante el posible resultado.

 



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