Massa prevaleció en el Conurbano pero la diferencia no fue la esperada


Días antes de la crucial segunda vuelta presidencial, conocidas las últimas encuestas nacionales, una certeza comenzó a circular en los corrillos de Unión por la Patria, vinculada con una cifra: para que Sergio Massa tuviera chances de ganar, debía imponerse en territorio bonaerense por al menos 18 puntos porcentuales de ventaja. En sintonía con ese objetivo, los votos del Conurbano, tradicionalmente afines al peronismo en alta proporción, cobraron un valor adicional. Massa, en efecto, ganó; pero Javier Milei hizo mejor papel que el previsto en muchos distritos.

En el mapa electoral de la Provincia, las secciones primera y tercera son las que aglutinan a los partidos más densamente poblados. Las elecciones de octubre pasado arrojaron como vencedor al postulante de Unión por La Patria: en la Primera, obtuvo el 43 por ciento, frente a un 25 por ciento de Javier Milei, un 24 % de Patricia Bullrich, un 4% de Myriam Bregman y el 3% de Juan Schiaretti; en la Tercera, un 50 por ciento frente al 23 de Milei, el 20 de Bullrich, el 4 de bregan y otro 3 para Schiaretti.

Anoche, con Milei como único adversario, Massa ganó la Primera 50,7 a 49,2, y la Tercera 58 a 42. Al “número mágico” de diferencia, esos 18 puntos lo alcanzó o superó en varios partidos en los que el arraigo peronista y su aparato son muy poderosos.

Fue el caso de Almirante Brown (59 a 41%), Florencio Varela (63 a 36), José C. Paz (60 a 40), La Matanza (61 a 39), Merlo (60 a 40), Moreno (60 a 40), Perón (60 a 40), y Lomas de Zamora (59 a 41).

Menor fue la distancia en Avellaneda (57 a 42), Berazategui (56 a 44), Hurlingham (53 a 47), Esteban Echeverría (53 a 47), Ituzaingó (52 a 48), Lanús (56 a 44), Quilmes (57 a 43), Ezeiza (52 a 48) y San Martín (52 a 48).

Milei, en tanto, rescató victorias en algunos enclaves, como Morón (51 por ciento a 49%), San Isidro (64 a 46), San Miguel (51 a 49), Vicente López (63 a 37) y Escobar (52 a 48). Y en dos lugares hubo virtuales empates: San Fernando y Tres de Febrero.

La aceitada maquinaria del PJ bonaerense que había sido decisiva para consolidar a los jefes comunales hace cuatro semanas, acompañando el “arrastre” de un victorioso Axel Kicillof, no pudo proveerle al Ministro de Economía nacional en el Gran Buenos Aires la contundencia que contrapesara su floja performance en el interior de la Provincia ante la unificación de la oferta opositora.

 



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