La estrategia de campaña de Sergio Massa combina una serie de acciones que tienen un objetivo en común: que el candidato presidencial de Unión por la Patria ingrese al ballotage. Y ayer, en una nueva incursión que realizó en la Provincia, pareció apuntar a captar el voto moderado al asegurar que encabezará, en caso de ser electo, un “gobierno de unidad nacional”.
No pareció ser una frase lanzada al voleo. Cerca del ministro de Economía observan que Patricia Bullrich no termina de retener el voto que consiguió en las Paso Horacio Rodríguez Larreta. Y que allí hay un nicho para trabajar.
Creen detectar que una parte de lo que supuestamente perdería Bullrich va directo a las alforjas de Javier Milei, pero que otra parte son ciudadanos que se inclinaron por el alcalde porteño justamente porque coincidían con la idea de ir hacia un gobierno de consenso.
Massa, ayer, retomó esa idea. “Si soy Presidente, vamos a convocar a un gobierno de unidad; daremos vuelta una página de la historia política argentina”, prometió. Fue al inaugura el paso a nivel “Papa Francisco” en la localidad bonaerense Malvinas Argentinas.
Massa viene realizando una serie de anuncios en busca de amortiguar la disparada inflacionaria sobre el bolsillo como la baja de Ganancias o la quita del IVA a alimentos. Y ayer, anticipó que profundizará esas medidas. “En las próximas horas también vamos a tomar una decisión para beneficiar a comerciantes que trabajan y emprenden de manera autónoma y que están esperando una respuesta nuestra”, indicó.
“Lo mismo quiero decirle a aquellos que están fuera de la economía formal, casi 3 millones de argentinos, que no forman parte de la población formal, registrada, pero que forman parte de la población económicamente activa. También a ellos vamos a extenderle la mano del Estado protegiéndolos, de la inflación que es producto de la decisión del Fondo de devaluar nuestra moneda”, añadió Massa.
En su discurso, el candidato del oficialismo precisó que “si soy Presidente, vamos a convocar a un gobierno de unidad nacional, porque para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”. Y agregó: “Aquellos que quieren dividir, exterminar, van a quedar en el pasado porque vamos a dar vuelta una página de la historia política argentina”, sostuvo en forma de críticas tanto a Javier Milei como a Patricia Bullrich.
“Nuestra soberanía la vamos a recuperar cuando le paguemos al FMI y le digamos que se vaya de la Argentina, que somos una Nación libre y que queremos recuperar nuestra propia decisión”, sostuvo al retomar las críticas sobre el organismo de crédito.
“Nos quieren instalar esa idea de que somos un país que no puede, que somos una sociedad fracasada, cuando en realidad el mundo mira que en los próximos 20 años somos uno de los países con mayor posibilidad de desarrollo económico, por el talento de nuestra gente, por la riqueza de nuestra tierra, en materia energética y de minerales”, completó el candidato de Unión por la Patria.
Massa reivindicó además la cuestión Malvinas y el reclamo argentino de soberanía sobre las islas, así como la figura del papa Francisco, para diferenciarse de las polémicas declaraciones de esta semana de los candidatos de La Libertad Avanza (LLA) sobre esos temas.
También se metió en el tema de la inseguridad y afirmó que quiere ser el mandatario que “le devuelva las plazas, las calles y las veredas a los argentinos” porque “los chorros deben tener miedo y no los que laburan”, en tanto que recordó que cuando fue intendente de Tigre logró bajar el delito un 92% “invirtiendo en tecnología y descentralizando la prevención, cuando nadie creía que era posible”.
La estrategia de Massa pasa por evitar que su candidatura se asocie a la administración de Alberto Fernández, aunque es su ministro de Economía, y que los comicios generales no se transformen en un plebiscito del actual Gobierno. De ahí los anuncios de los últimos días y la nueva apelación al voto moderado.
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