Marcelo Romero: “El policía moderno debe cantar y silbar simultáneamente”

El exfiscal y candidato a senador bonaerense de Juntos por el Cambio Marcelo Romero realizó, en diálogo con diario Hoy, un análisis sobre la importancia de la formación policial como “auxiliar de la Justicia”, más allá de su lógica formación vinculada con la prevención y represión del delito.

“Sin ninguna duda, a la Policía le exigimos cada vez más atención a la inaudita ola de inseguridad que nos aqueja hace años. El policía moderno no es el viejo policía de la esquina, que intimidaba con su sola presencia, que tenía apenas un silbato y conocía a los integrantes de la barriada, hoy tenemos una delincuencia improvisada pero muy violenta que desconoce por completo el concepto de autoridad, no solo la policial, sino de una maestra, un médico, de las personas mayores, lo que nosotros aprendíamos en el colegio, en casa, en la escuela, donde se respetaba al adulto, ya sea un maestro, un líder religioso, un familiar… Eso ha quedado en desuso”, comenzó relatando.

En ese sentido, consideró que “la Policía necesita tener un entrenamiento diferente en su materia específica que es seguridad, donde, por ejemplo, no puede seguir existiendo la práctica de tiro al blanco, sino que debe trabajarse en tiro dinámico, porque así son las situaciones a las cuales se enfrenta, debe saber abordar situaciones de violencia sin armas, agresiones con armas blancas, con palos, piedras, manifestaciones violentas… El policía hoy debe estar capacitado para mediar en situaciones de violencia familiar, donde hay menores, donde no puede usar la fuerza, pero debe imponer autoridad”.

“Pero además de todo esto, el policía es un auxiliar de la Justicia: recibe órdenes de su mando natural, que es el gobernador, luego el ministro de Seguridad, después el jefe policial, pero además recibe directivas de jueces y fiscales, que las debe cumplir igual que las de su mando natural, debe cumplir la directiva del fiscal y del juez o comete un delito”, explicó el exfuncionario del Ministerio Público.

Romero apuntó entonces que, “para esta tarea que cada vez se le exige más, es el primer auxiliar del fiscal de instrucción, debe conocer derecho constitucional, derecho penal, derecho procesal penal, legislación en torno a las víctimas, legislación internacional en materia de derechos humanos, todo lo que atañe al funcionamiento, tratamiento con detenidos, prevención, represión, mediación, conciliación, investigación, y trabaja incluso durante un juzgamiento porque es convocado a los juicios orales; es decir, la función policial es compleja”.

“El policía es auxiliar de la Justicia, y cuando yerra en cuestiones fundamentales tira abajo con su accionar, con su impericia, una investigación, por ejemplo, si llega y no precinta la zona, o he llegado a lugares donde el policía le quitó el cargador a un arma, lo cual no debe hacer, y no logré en años de trabajo que no tocaran el arma antes de la llegada de los peritos, con lo cual se arruina una pericia papiloscópica o de ADN; todas esas cuestiones hacen a la formación, y a un entrenamiento que hoy no reciben y nos quejamos porque la Policía hace las cosas mal porque no fueron entrenados o no se les dieron elementos; hay que demostrarle al efectivo cómo se aplica en la práctica todo lo aprendido”.

Romero analizó en ese sentido que “no se estudia con la profundidad que debería, casi como si fuera un nivel universitario. No es solo conocer las normas, sino saber perfectamente qué hacer, y esto está directamente emparentado con la obsesión política de poner más policías en la calle, creyendo que es la solución mágica, cuando ya sabemos que la estrategia del espantapájaros que data de los primeros años del siglo XX es impotente”.

En ese sentido, comparó la tarea del policía con la de un instrumentista quirúrgico, que si bien no es cirujano, “conoce ­perfectamente qué tiene que hacer para colaborar. Esto es exactamente lo mismo, el policía debe poder estar en la misa y en la procesión”.

“No puede ser una salida laboral más ser policía, debe ser respetado, bien remunerado, pero no es un trabajo más, no es ser un empleado estatal más. No solo requiere vocación, sino una predisposición a estar en varias cosas a la vez”, sentenció.

Romero expresó entonces que “una cosa es la prevención y represión del delito, y otra la función judicial como efectivo de investigación”.

FUENTE: https://diariohoy.net/politica/marcelo-romero-el-policia-moderno-debe-cantar-y-silbar-simultaneamente-239499

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