A los problemas de abastecimiento de combustible que se incrementaron en los últimos días a lo largo del país le seguirá, si todo sale de acuerdo con lo previsto, una nueva suba en el precio de la nafta y el gasoil que se definiría hoy.
Según dieron a conocer desde el Palacio de Hacienda, el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, convocó para hoy a directivos de las principales compañías petroleras para discutir la política de precios que regirá a partir de noviembre. La idea es que el incremento esté alineado con el esquema de Precios Justos, de un 5%.
En medio del faltante en todas las estaciones de servicio del país, en algunas ciudades tanto camioneros como conductores denunciaron la existencia de un mercado “blue”, con precios que superaban en algunos casos los $500 para el litro de gasoil o nafta, según reletaron en distintos medios.
Ayer venció el congelamiento de precios de los combustibles dispuesto por Economía tras la suba de 12,5 por ciento implementada por las petroleras el pasado 17 de agosto.
Nomalización
Las principales empresas productoras y refinadoras del país continúan realizando sus máximos esfuerzos para normalizar rápidamente la situación de abastecimiento de combustibles en todo el país.
“Las acciones implementadas en los últimos días ya comenzaron a dar resultados y las estaciones de servicio de todo el país confirman que aumentaron los volúmenes de combustible que están recibiendo”, dijeron las compañías en un comunicado.
El sector aumentó el ritmo de despacho desde sus refinerías e implementó un esquema especial logístico con más de 4000 camiones cisterna que permitieron incrementar entre un 10 y un 15% la oferta habitual de combustibles.
Según lo adelantado por el también candidato a presidente de la Nación en declaraciones periodísticas, “debemos elegir el modelo de país en el que queremos vivir, si con el litro de nafta a $320 o a $800 si se liberara el mercado como propone Milei”, dando a entender que se continuará con el sendero de regulaciones.
“La economía debe ser lo más abierta posible pero tenemos que tener claro que la logística de comercio demanda que tengamos precios razonables”, enfatizó Massa. “La gente tiene que saber que el gobierno le dio beneficios impositivos a las petroleras para mantener el precio y yo tengo la responsabilidad de defender el bolsillo de los argentinos”, agregó.
En el mismo sentido se refirió a los impuestos específicos. Vale recordar que mediante el decreto 332/2023, el presidente Alberto Fernández dispuso que los incrementos en los montos de los gravámenes que resulten de las actualizaciones correspondientes al tercer y cuarto trimestres calendario del año 2021, al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario de 2022 y al primer y segundo trimestres calendario de 2023 surtirán efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de noviembre de 2023, inclusive. “Los postergamos para que no incidan en el precio final”, explicó Massa, según el portal Surtidores.
Para entender el impacto en los precios en las Estaciones de Servicio, tomando como referencia los valores actuales en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) para la nafta súper, y asumiendo que se trasladará en su totalidad, la medida representaría un incremento de aproximadamente un 17,8 por ciento por litro vendido. En el caso del gasoil grado 2, el aumento en el surtidor sería del 10,7 por ciento, también considerando los precios vigentes en CABA.
Acuerdo post devaluación
A mediados de agosto, las secretaría de Energía y de Comercio Interior validó con las petroleras en la semana posterior a las PASO una suba de 12,5% promedio de los combustibles y el compromiso de no mover los precios hasta ahora como parte de las medidas de compensación por la devaluación del 22%.
Por entonces, la negociación incluyó una reducción del precio interno del barril de petróleo a 56 dólares, el congelamiento del tipo de cambio, la reducción del impuesto para las exportaciones, una mayor disponibilidad de acceso a divisas y temporariamente un tipo de cambio diferencial para la liquidación.
Sin embargo, desde el Gobierno dejaron trascender que “esos acuerdos alcanzados no fueron respetados desde el momento en que las petroleras empezaron a especular en los últimos 15 días que luego del congelamiento iba a haber una devaluación y que tras esto surgiría un aumento de al menos 20%”.
El resultado de esa supuesta especulación, que el mismo ministro Massa denunció durante el fin de semana apuntando a las petroleras, habría generado una situación de desabastecimiento en muchas estaciones de servicio de todo el país, lo que desde el equipo económico se asegura fue “un stockeo” de combustibles.
Ahora en vias de una normalización del abastecimiento que ya comenzó a sentirse en la ciudad de Buenos Aires y en el área metropolitana, el Palacio de Hacienda deberá retomar el diálogo con las compañías para analizar la continuidad de un sendero de precios acordados para los surtidores, según NA.
Desde el Ejecutivo también aseguraron que “luego del congelamiento que termina va a haber un aumento que no va ser del 40% como venían pidiendo ni del 20% ni del 10%, sino que va a tener que estar alineado con el programa de Precios Justos”.
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