Los saqueos que se produjeron el fin de semana en supermercados de Mendoza y Córdoba dieron pie en las últimas horas a una seguidilla de intentos de atracos en comercios de la Provincia, CABA y otros distritos del país. Mientras en el Gobierno intentaron quitarle cualquier reminiscencia a lo sucedido durante la crisis de 2001 y vincularlo lisa y llanamente con robos incentivados por “grupos delictivos”, el candidato presidencial Javier Milei cuestionó los hechos pero los adjudicó al “modelo empobrecedor” de la actual administración.
El pasado lunes había sido la otra presidenciable de la oposición, Patricia Bullrich, quien había pedido “orden” al Ejecutivo ante los intentos de saqueo en la provincia cuyana, a los que calificó de injustificables pero muestras “del país roto” que, adujo, estaría legando el Gobierno.
Durante la víspera se produjeron intentos de atracos organizados por cadenas de WhatsApp en algunos puntos del Conurbano, como José C. Paz, pero también en una conocida villa porteña.
Bien temprano el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, hizo referencia a los sucesos y sostuvo que “alguien lo está incentivando, buscando alguna alternativa que nada tiene que ver con un saqueo, que es una vocación de generar un conflicto”. Pero anoche la portavoz presidencial Gabriela Cerrutti negó que los hechos se hayan producido y sostuvo que en verdad fueron “imágenes falsas” difundidas por los seguidores de Milei.
“Ahora sale Milei a cerrar la operación dejando todo claro. Estas cuentas que están agitando desde el viernes son de sus seguidores. La democracia es un bien de todos y todas, y vamos a defenderla contra estos autoritarios y violentos”, dijo en la exTwitter la funcionaria. Se sabe que el oficialismo busca polarizar con el libertario de cara a octubre.
Milei había expresado en la misma red social: “Es trágico volver a ver luego de 20 años las mismas imágenes de saqueos que veíamos en el 2001. Pobreza y saqueos son dos caras de la misma moneda. La Argentina no resiste más este modelo empobrecedor que se sostiene por la fuerza de quienes viven a costa del esfuerzo de los argentinos de bien. Una Argentina distinta es imposible con los mismos de siempre”.
Lo cierto es que con el correr de las horas se notificaron otros intentos de atracos a comercios por la famosa plataforma de chat y también por redes sociales. En centros comerciales de CABA, como el de avenida Avellaneda, directamente optaron por bajar las persianas. La vedette Marixa Balli, que tiene una tienda en esa zona del barrio de Flores, anunció la medida a través de su cuenta de exTwitter. En los negocios de Once de Flores también cerraron pasado el mediodía de ayer. Frente al estado de paranoia general, se reforzaron los patrullajes de la Policía de la Ciudad.
Desde el Gobierno y desde muchos municipios bonaerenses se intentó quitar entidad al fenómeno delictivo: se describió a los ilícitos como “robos organizados” con la clara intención de quitarle “el componente social de la pobreza” como causa, según analizó una fuente del PJ bonaerense.
Fue así que municipios como Moreno -donde el narcotráfico hizo pie-, Morón, Tigre o el propio José C. Paz, pese a la difusión de imágenes que mostraban el atraco a un súper de una franquicia española, negaron que se hayan registrado saqueos en sus distritos.
El objetivo era mitigar el efecto “contagio” tal como sucedió en diciembre de 2001 -cuando el peronismo era oposición- y también en el mismo mes de 2013, principalmente en Córdoba.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, reconoció pasado el mediodía la repitencia de “robos organizados” en Mendoza, Córdoba y en la villa 1-11-14 de CABA. Pero sostuvo que “en todos los casos se está trabajando desde el Ministerio de Seguridad de la Nación y provinciales. Hay detenidos por la autoridad policial judicial y muchos de los organizadores son ciudadanos que tenían antecedentes. No vemos en eso una reacción social sino hechos que merecen todo el peso de la ley”.
Desde el radicalismo mendocino confirmaron a este diario que fue detenido uno de los autores de la cadena de WhatsApp que llamaba a intrusar comercios en esa provincia pero reconocieron el malestar social que expuso el resultado de las PASO del 13 de agosto.
El suceso registrado en Río Cuarto, Córdoba, durante el pasado sábado disparó una polémica entre el diputado Carlos Gutiérrez, cercano al gobernador Juan Schiaretti, y Nación. “Resulta verdaderamente vergonzoso que el presidente Alberto Fernández, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, hayan llamado a una de las víctimas del vandalismo en Río Cuarto, actitud que calificamos de oportunista y miserable porque son ellos quienes han generado con sus pésimas políticas estas situaciones de crisis. Además, porque en todo caso tendrían que haber sido las autoridades provinciales las que deberían haber recibido esa llamada a los efectos de coordinar acciones, como sucede en cualquier país federal”, disparó el titular del bloque Córdoba Federal.
Anoche se sumaron referentes de JxC, como María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, a criticar al Gobierno: “Cuando no hay orden, hay caos. Hagánsen cargo Axel, Cristina y Fernández”, coincidieron.
Democracia
A menos de dos meses de las elecciones, creen que hay grupos sociales marginales que buscan con estos actos de violencia e inseguridad “desestabilizar” la democracia
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